La proliferación de piscifactorias ha permitido popularizar la comercialización y el consumo de doradas, lubinas, truchas, salmón... Gracias a estos cultivos marinos podemos comer durante todo el año, a un precio razonable, un alimento que en otras épocas estaba reservado a bolsillos adinerados. Cuando yo era pequeña incluir dorada o salmón en una comida era síntoma de celebración especial. Hoy en día, este tipo de producto son de consumo habitual.
La receta que os propongo hoy es fácil de hacer y de comer. Es un plato versátil que tanto se puede comer como entrante, aperitivo o entre horas. Dado su aporte calórico es recomendable consumirlo en épocas frías, aunque a mi me apetece en cualquier época del año.
Ingredientes
1 kg de salmón fresco
100 g de sal gorda
150 de azúcar
eneldo fresco o en polvo
Pedir en la pescadería que os quiten la espina y os dejen los dos lomos del pescado. Cortar el salmón de acorde a la bandeja que vayais a utilizar. La proporción de sal y azúcar están en relación al peso del salmón, si tenemos 600 gramos de salmón pondremos 60 g de sal y 90 gramos de azúcar (es cuestión aplicar una regla de tres), en lo que respecta al eneldo poner más o menos según os guste un aroma acentuado o suave.
Mezclar la sal, el azúcar y el eneldo. Cubrir el fondo de la bandeja con una parte de esta mezcla y poner encima los lomos de salmón con la piel hacia abajo.
A continuación echar el resto de la mezcla hasta cubrir todo el pescado.
Tapar con papel film y meter en la nevera 24 horas. Pasado este tiempo quitar la sal que quede y proceder a cortar el salmón y conservarlo en un recipiente con aceite de oliva.
Se trata de un alimento que ha sido curado, pero no cocinado, por tanto conviene conservarlo en el frigorífico y no más de una semana.
Que aproveche!
1 comentario:
Me has hecho entrar unas ganas de salmón marinado... Me encanta el salmón crudo, ahumado y marinado :-)
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